El ‘boom’ del consumo colaborativo
Juan está de camino a Barcelona en un Mercedes que ha encontrado en una web de alquiler de coches por horas. Se dirige a la Estación de Sants, donde deja el coche aparcado en uno de los parkings que le ha alquilado a un particular que vive en la zona, directamente desde su móvil antes de salir de la oficina. Tiene media hora aún para que salga su tren con destino a Madrid, así que decide pedir algo de comer. Ve que hay una oferta de empanadas argentinas, uno de sus platos favoritos, en su app de comida on-demand. Mientras espera su comida, comprueba la reserva del apartamento que ha alquilado en Madrid. Como quiere impresionar a un cliente potencial que vive en el centro, ha reservado el piso de un particular con unas vistas impresionantes de la Gran Vía. Un mensajero le viene a buscar en los bancos fuera de la estación con una bolsa en la mano. Su comida ya ha llegado. Paga desde su móvil, y baja a la vía 4 donde le espera el AVE. Por suerte ayer desde su móvil ya seleccionó a las personas con quién compartirá mesa de durante las 2,5 horas del viaje.
¿Te suena familiar esta situación? Antes de la era de internet, pedir comida a domicilio, alquiler una plaza de parking a un particular o conocer a nuevas personas cómodamente desde el smartphone era una tarea laboriosa y arriesgada, pero todo cambió con la popularización del consumo colaborativo (también conocido como “economía colaborativa”) a partir del 2010.
El despegue del consumo colaborativo, ya no hay vuelta atrás
Páginas web donde se pueden ofrecer y compartir servicios o experiencias permiten a cualquier persona actuar como un servicio ad hoc de taxis, alquiler de coches u hotel particular cuando nos conviene. Es tan fácil como visitar una página web o descargarse una aplicación, y ya podemos disfrutar de servicios de lujo que de otro modo estarían fuera de nuestro alcance, o utilizar propiedades de personas que no hacen pleno uso de ellas, muchas veces por una fracción del coste de compra.
Pero la economía colaborativa va mucho más allá del simple hecho de hacer carpooling de camino al trabajo, y actualmente se define como cualquier acción de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar a través del smartphone o Internet. La mayoría de las diferentes soluciones que han surgido a raíz del consumo colaborativo se pueden clasificar en uno en los siguientes 3 tipos:
1. Democratización de productos
Aquí los usuarios pagan por el beneficio de usar un producto sin la necesidad de poseerlo directamente, lo cual está agitando las industrias tradicionales basadas en los modelos de propiedad privada individual como el transporte (compartir coche, alquiler coches entre particulares) y el turismo (alquiler de viviendas entre particulares).
2. Nuevas formas de redistribución
Otra alternativa cada vez más popular a los métodos más comunes de “reducir, reutilizar, reciclar, reparar” es el intercambio directo entre particulares de bienes usados o de segunda mano, a veces sin coste ninguno, otras veces a través de un trueque o la venta por dinero en efectivo. También incluye los mercadillos de intercambio especializados en artículos de moda seminuevos.
3. Nuevas vías de colaboración
El último tipo de servicios basados en el modelo de la economía colaborativa son las páginas web y las aplicaciones que conectan personas con necesidades o intereses similares para compartir e intercambiar activos menos tangibles, como el tiempo o las habilidades. El crecimiento de la tecnología móvil proporciona aquí una plataforma para activar la tecnología GPS basada en la ubicación y proporcionar también datos en tiempo real.
El consumo colaborativo, ¿solución para todo?
El éxito de esta economía colaborativa se debe a las múltiples ventajas que ofrece. Los propietarios de los servicios o bienes que no hacen pleno uso de ellos se pueden sacar un sobresueldo fácilmente, mientras que los inquilinos por su parte pagan menos que si lo compraran ellos mismos. Muchos servicios también aportan beneficios ambientales, ya que alquilar un coche, en lugar de ser el dueño de uno, significa que se requieren menos coches y menos recursos para su fabricación. Y para otra gente conocer a nuevas personas mientras permanece en su hogar ofrece nuevas formas de hacer networking, todo con la seguridad que ofrecen las plataformas emergentes gracias a sus sistemas de comentarios y valoraciones bidireccionales.
Pero no es oro todo lo que reluce, porque por parte de los usuarios aún existe cierta reticencia al uso masivo de muchas aplicaciones debido a las preocupaciones relacionadas con la seguridad de su uso, aunque uno de los obstáculos más importantes es la actual incertidumbre regulatoria. ¿Deben pagar impuestos los particulares que alquilan sus casas online? En Amsterdam las entidades están utilizando Airbnb para detectar a hoteles sin licencia, y en varias ciudades europeas la plataforma Uber ya ha sido prohibida. Sin embargo, para muchos otros servicios que han surgido a raíz de la economía colaborativa aún falta la definición del marco legítimo adecuado. Está claro que una persona que alquila habitaciones a particulares debería pagar impuestos sobre sus ganancias, pero no con tarifas parecidas a hoteles de lujo.
Otra duda más existencial reside en el uso de la palabra “colaborativo”, ya que según un estudio del Harvard Business Review este nuevo consumo colaborativo es todo menos colaborativo: lo que vemos como nuevas oportunidades de colaboración en realidad son plataformas comerciales que han transformado la distribución tradicional a un ecosistema digital. Los servicios más exitosos esencialmente se basan en mejoras de la eficiencia de costes y la facilidad de acceso en lugar de compartir y las interacciones sociales. Su éxito no tiene que ver con el carácter altruista de sus participantes, sino por el sobresueldo que unos se pueden sacar, o el ahorro económico que supone utilizar sus servicios. De esta manera, tampoco debe sorprender que el crecimiento de la economía colaborativa se haya intensificado durante los últimos años de crisis.
Sea cual sea tu punto de vista, no podemos negar que este nuevo modelo económico está en auge, y ha sabido despertar a los gobiernos y los sectores más tradicionales. Y éstos últimos no han dudado en emplear todas sus esfuerzos en la promoción de sus puntos fuertes. Así por ejemplo, muchos hoteles tradicionales están ofreciendo descuentos adicionales, desayunos gratuitos, o cancelaciones sin coste adicional. Y varias aerolíneas han empezado a ofrecer upgrades, equipaje de mano sin coste adicional o cambios de horarios de vuelos gratuitos.
Gracias al consumo colaborativo, tanto las pymes como los sectores más tradicionales se han dado cuenta del inmenso potencial de la colaboración entre particulares y empresas, y se espera que la importancia de la economía colaborativa sólo aumentará con el tiempo.
¿Aún no te ha convencido la revolución del consumo colaborativo? Aquí podrás encontrar algunos ejemplos de startups innovadoras activas en España:
1. Transporte:
Blablacar: la web española para compartir coche (antiguamente también conocida como Comuto.es)
Amovens: compartir coche para trayectos cortos; especialmente interesante para la organización de transporte para festivales y otros eventos.
SocialCar: alquiler de coches entre particulares
WeSmartPark: red de parkings colaborativos lowcost en Barcelona y Madrid
JoinUpTaxi: para compartir taxi; por ahora en Barcelona y Madrid
Cabify: alquiler de vehículos de alta gama con conductor profesional en Barcelona y Madrid
TrenHub: billetes de tren baratos de ocasión con tarifa mesa para AVE
ChangeYourFlight: recupera el dinero de tus billetes low cost
Shipeer: compartir maletero
2. Coworking y compartir otros espacios:
CoworkingSpain: directorio online de todos los espacios de coworking en España
Comunidad CoWorking: plataforma para encontrar espacios coworking u oficinas compartidas. Con escaparate de espacios y CO-grafía (revista online)
Spacebee: reserva salas o cualquier tipo de lugar que otras empresas o profesionales no están usando en Barcelona y Madrid
3. Alojamiento:
Airbnb: alquiler de alojamientos únicos de anfitriones de más de 190 países
Niumba: unos de los líderes mundiales del alquiler vacacional. Propiedad de Tripadvisor.
Knok: red de familias de confianza que intercambian sus casas para viajar y disfrutar de las vacaciones con sus niños
Gamping: alquiler de cámpings privados
4. Reciclaje:
Percentil: ropa casi nueva para niños y mujeres
Notegood: reutilización solidaria de notebooks
Wallapop: mercadillo (Flea market) virtual y móvil en forma de app gratis
Segundalia: ropa de segunda mano
ManzanasUsadas: compra y venta de productos Apple de segunda mano
Pikeando: portal de anuncios compra-venta de muebles Ikea de segunda mano
5. Compartir wifi:
Wifis.org: ponle un nombre wifis.org/miwifi a tu wifi de casa y los vecinos podran ponerse en contacto contigo
CompartirWifi: comparte tu wifi entre vecinos
6. Consumo:
LaColmenaQueDiceSi: conecta con tus vecinos para comprar productos de calidad directamente a los productores y artesanos locales.
YoComproSano: crea tu propio grupo de consumo de proximidad sin intermediarios
7. Ocio:
Ticketbis: redistribución de entradas de eventos entre particulares
Uolala: para compartir aficiones e ideas de actividades de ocio
Quedamus: comunidad online para hacer networking en eventos profesionales en España
EatWith: red social de amantes de la gastronomía
8. Educación:
Floqq: plataforma que pone en contacto profesores con alumnos para impartir píldoras de formación
Foxize: escuela de negocios experta en el mundo digital, dirigida a profesionales que quieran actualizarse de una forma flexible
9. Tareas:
TratoJusto: aplicación gratuita que te conecta con personas cerca de ti que te pueden ayudar en lo que necesites
Etece.es: encarga tus tareas del hogar o la oficina a profesionales de confianza
Swapsee: plataforma para contratar profesionales en tu comunidad local (pago e intercambio)
Nubelo: encuentra freelancers y a los mejores programadores, diseñadores, redactores y profesionales freelance de habla hispana.
¿Y tú, qué otra aplicación de consumo colaborativo utilizas?
Más información sobre la economía colaborativa puedes encontrar aquí:
Online:
En la página web www.consumocolaborativo.com que sirve como guía y punto de información para el Consumo Colaborativo en español, con un foco sobre las iniciativas en España y Latino América
En Twitter bajo el hashtag #consumocolaborativo
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