Seguramente se han topado con publicidades de ofertas para aumentar el número de seguidores en sus perfiles de Facebook, Instagram o Twitter, muchos de ellos diciendo que “por tal cantidad única” van a conseguir incrementar su audiencia en las redes sociales. Pero, ¿eso realmente funciona? Veamos.
La cuenta sobre determinada marca o producto cuenta con 520 seguidores que se han ido sumando interesados en lo que ellos ofrecen, su aporte de valor, los tips o consejos que les brindan, algunos ya son clientes fieles, esa comunidad está comprometida realmente con la cuenta que sigue.
Ahora bien, cuando se compran seguidores es un grupo de perfiles falsos, que no generan interacción alguna, solo abultar un número en el perfil pero sin producir engagement, alcance, ningún tipo de reacción.
Para que comprendan lo que acá se detalla, la plataforma toma muy en consideración las cuentas donde se dan interacciones entre perfiles, el vínculo entre ellas, las tendencias del usuario e incluso, esto suma tanto que la frecuencia de interacción es de tanta relevancia porque así permite mostrarle una determinada publicación a la audiencia.
Es decir, cuando no se genera engagement con el público, obviamente, no hay reciprocidad, por eso no tiene sentido tener una cuenta con muchos seguidores, porque si no cumplen con los estándares antes mencionados, las personas no podrán acceder a su contenido, estarán allí con “público fantasma”, sin ser vistos por perfiles reales donde se ubican sus clientes potenciales.
Para ganar seguidores reales solamente hay que conocer a la audiencia, publicar constantemente en diferentes formatos, estar siempre presente, produciendo contenido de calidad, echando un vistazo siempre a la competencia.
La mejor manera de estar cerca de la audiencia es siendo real, auténtico, ofrecerles contenido relevante que los invite a seguir allí.
Entonces, dicho esto, ¿creen que vale la pena comprar seguidores? Compártannos su opinión.
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